Semáforo

Camino por la calle a un ritmo constante, una marcha que tiene algo de gloriosa. La tierra vibra en mis pies con cada paso. Voy haciendo, sin saber cómo, que las luces de los semáforos cambien de manera que mi marcha no se detenga. Semáforo es  el que lleva las señales. No abuso, cuando estoy por llegar al cordón ya les doy paso a los autos. Sólo uso el verde y el rojo. No hay, no puede haber, precaución en esta marcha.   

Entro a casa. Dejo el teléfono y las llaves en la mesa. Pruebo unas chauchas que dejé en la olla y escucho al locutor de la radio que dice, ¡bien, llegaste! Y empieza un tema. Vengo a escribir.

Vuelvo a la cocina y lavo arroz pensando qué banda será la que está sonando. Cantan en inglés y no llego a entender lo que dicen. Pongo el arroz en el fuego y termina la canción. La primera voz que escucho me dice la ciudad te está escuchando. No lo puedo creer, soy puro asombro.

Mientras escribo suena el timbre. La voz en el portero me dice al oído que es el empleado de Gamuzzi, que necesita tomar los datos de los medidores de gas. Cruzo el pasillo y le abro. Se agacha y anota en su planilla. Le miro el corte de pelo y la mano escribiendo en unos casilleros. Huelo el desodorante fuerte que usa. Veo por último su espalda saliendo y su voz grave que me dice gracias campeón. Cierro y me meto en casa pensando que alguien se está riendo conmigo.   

Hablaba

Hablaba


Hablaba y hablaba y hablaba.

Hablaba blá seguía bla hablando bla y bla.

Me manguereaba con su dictado. Mangueaba haches y eles de mi conciencia como si fuera la suya, sin detenerse a esperar ni a pedir permiso, haciendo, digámoslo claro, de su mangueo un hurto.

Contrabandeaba mi frontera, se reía de la aduana, el puesto aduanero enclenque y sin funcionarios, no le importaba sacar nada de mi país, sólo quería llenarlo, castigarlo con pateras burbujeantes, repletas de hambrientos, quería, sin saberlo, sacarse todas aquellas sobras de encima, posteármelas a su gusto y largarse muy campante.

Padecía el vacío de todo hijo de su madre y se dolía pedaleando sobre él.

Había que vernos. Todo un espectáculo.

Había que verme. La impotencia hecha raíz cuadrada.

Violaban mi contorno, amenazaban, se mofaban de él sus habladurías de gallinero y mientras tanto yo solo no podía.

Con esfuerzo izaba un banderín de alerta aquí y allá. Me latía un párpado.

Construía lentamente un agujerito del tamaño de mi nariz y hurgaba a través de él por alguien que reclamara mi estado, un pueblo que fundara mi capital, que me diera una constitución y hasta un cargo. Un martillo de juez, eso me hubiera gustado, o un cargo, era todo lo que necesitaba, lo deseaba, sabía que era lo único que podría darme hincapié, un encargo de zanahoria para mis orejas de conejo.

Abandonado, Zbigniew Herbert

Abandonado, Zbigniew Herbert

 

 

Abandonado

1

No llegue a tiempo

del último transporte

me quedé en una ciudad

que ya no es ciudad

no hay

prisiones

relojes

agua

disfruto

de unas soberbias vacaciones

extemporáneas

realizo largas excursiones

a lo largo de las avenidas de casas quemadas

avenidas de azúcar

de vidrios rotos

de arroz

sería capaz de redactar un tratado

sobre la súbita mutación

de la vida en arqueología

2

hay un enorme silencio

a la artillería de los suburbios

se le atragantó su propio valor

alguna vez

se oye tan solo

la campana murallas que se derrumban

y el leve tronar

de planchas que el aire balancea

hay un enorme silencio

antes de la noche de los depredadores

a veces

en el cielo aparece

un absurdo aeroplano

que lanza octavillas

incitando a la rendición

de buena gana me entregaría

pero no tengo a quién

3

ahora vivo

en el mejor hotel

el portero asesinado

sigue en su puesto en recepción

desde una colina de escombros

paso directamente

al primer piso

a los apartamentos

de la ex amante

del ex del jefe de policía

duermo sobre una sábana de periódicos

me cubro con un cartel

anunciador de la victoria final

en el bar quedaron

remedios para la soledad

botellas con un líquido amarillento

y una etiqueta simbólica

–Johnnie

levantando su sombrero de copa

se aleja raudo hacia Occidente

a nadie guardo rencor

por haber quedado abandonado

me faltó suerte y destreza

la bombilla

del techo

recuerda a una calavera boca abajo

espero a los vencedores

bebo por los caídos

bebo por los desertores

me deshice

de los malos pensamientos

me abandonó incluso

el presentimiento de la muerte

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El viejo Lu, Shou Tiao Chuang

El viejo Lu, Shou Tiao Chuang

 

Pasa el día sentado frente al fuego cuando es invierno

y recostado en una hamaca que colgó bajo los sauces en verano.

Apenas puede leer lo que él mismo ha escrito,

sus ojos cansados ya no buscan más en el horizonte la llegada de amigos.

Sabe que la mayoría han muerto y los que siguen vivos, como él,

ya no pueden ir a ningún lado.

Cada tanto una vecina pasa más que nada para curiosear,

le pregunta si comió, cómo está, si le duelen los huesos…

Chácharas de vieja, dice él, y contesta displicente,

pero el día que la vecina no golpea su puerta

se pregunta qué habrá sucedido.

Dos veces al día camina con pasos flojos

hasta la costa del río y trae unos baldes de agua.

Es poco lo que consume,

casi toda el agua se va en regar unas verduras

que apenas se distinguen de los yuyos… a él no le importa,

riega como respira, porque sí.

Se prepara un poco de té, otro poco de sopa y de eso vive.

Algunos días abre una botella de vino

de las tantas que guardó cuando se creía inmortal…

¿¡Pero cuántos años pensé que viviría!?, se pregunta divertido

cuando ve las botellas en su despensa.

Ya no extraña casi nada,

poder comentar alguna línea que se le cruza

cuando tirando en la hamaca no puede dormirse.

Por las noches su lámpara permanece encendida

hasta cualquier hora, la apaga porque ya es de día

y no necesita de esa luz que simplemente fue una compañía.

Cuida que todo esté limpio y en orden

para que el día que lo encuentren

nadie comente que era un viejo descuidado.

Ya no reza, ya no pide, ya no espera.

Está en paz, sin hambre, sin sed,

sin curiosidad,

simplemente eso, suavemente,

vive.

 

 

 

Shou Tiao Chuang, 吊床守, o Shou Tiao Dzhu Ren, 吊床主人(Cuidador de Hamacas). Vivió alrededor del año 260, en el reinado de Wei, en Chu Lin, 竹林, (Bosque de Bambúes), en la Prefectura de Shan-yang, cerca de Lo Yang.

Junto a su entrañable amigo Lao Kan Tzan, 老看蚕, (Viejo Escrutador de Orugas), formaban parte del grupo de intelectuales que emigraron al sur al caer la dinastía Chin del Este en poder de los bárbaros del norte.

Frecuentaban, sin ser muy reconocidos, al grupo de los Siete Sabios del Bosquecito de Bambú, y generalmente componían poemas que se enviaban uno a otro. No gustaban mucho de sociedades ni grupos literarios, más bien se juntaban en el Bosquecito de Bambú para tomar vino, mirar la luna, reírse de los cuentos que allí se contaban y componer algún poema junto a sus amigos.

Es poco lo que se sabe de ellos y por escasas menciones en alguna de las tantas anécdotas de sus amigos famosos, los Siete Sabios, pero a través de esos datos y lo que cuentan en los pocos poemas de ellos que quedaron registrados, podemos inferir algo de sus vidas. Lao Kan Tzan era menor que Tiao Chuang, pero este se consideraba su discípulo. Vivían retirados, con pocos amigos debido a un carácter hosco y de poca paciencia para con sus ‘cretinos congéneres’ y su humor bastante ácido que les acarreó singulares inconvenientes como a muchos de su generación. Ambos nombres son literarios y no se conocen sus nombres familiares. Sabemos por los poemas de su amigo que Lao Kan Tzan murió joven. Sus obras, poco difundidas dado el nulo interés de sus autores en ser reconocidos, reflejan el espíritu de aquella época, y de aquellos que fueron llamados Los Libres e Irrestrictos (cap. 23 del Shih-shuo Hsin-Yu, 世說新語, Nueva Recopilación de los Cuentos del Mundo, de Liu I-ch’ing). Disconformes, borrachines, abrumados, perplejos ante lo que la vida trae consigo. Observadores no participantes, que vivían retirados y a contrapelo de los dictámenes de la sociedad que les tocaba en suerte. No se ocuparon de su obra a la que juzgaban sin importancia y de mero entretenimiento, y lo poco que se conserva ha sido por menciones de otros poetas o libros de eruditos de años posteriores, como en el Chin Shu, 晉晝 (Historia de la Dinastía Chin) de Fang Hsuan-lin, del 644, el Shui-chin Chu, 水經注 (Un Comentario al Clasico de los Ríos) de Li Tao-yuan (527), en el que se adosan cuantiosos comentarios y anécdotas que el autor recoge de distintos sitios a través del curso de las aguas que describe, y el T’ai-p’ing kuang-chi, 太平廣記, Pasajes Extendidos del Reino de la Gran Tranquilidad, compilación ordenada por la casa imperial a cargo de Li Fang, aproximadamente en el año 980.

 

 

 

AL MONJE DE LA MONTAÑA HELADA

 

Hace tiempo que no se detienen carruajes

frente a mi portón.

Tampoco llegan los antiguos

proveedores.

Todas las cuentas pagadas

pero aún no consigo

seguir tus pasos

y dejar que el arroyo

limpie mis oídos.

Vivir la Utopía, sobre la experiencia anarquista en España.

Vivir la Utopía, sobre la experiencia anarquista en España.

El anarquismo es probablemente la corriente política sobre la que se han dicho mayor cantidad de estupideces. En realidad, no tiene nada que ver con creer en el caos, la muerte y la destrucción. Los anarquistas no van por ahí cargados de bombas ni les parece ninguna virtud ir avasallando viejecitas.

 

 

No es accidental que la siniestra imagen del anarquista loco haya cobrado tanta aceptación. El Estado, la prensa y todo tipo de instituciones autoritarias utilizan todos los medios a su disposición para presentar la anarquía como un estado impensable de caos y asesinato. Poco podemos esperar de los «traficantes» de poder que, por otra parte, poco poder tendrían en sus manos si nos saliéramos con la nuestra. Necesitan creer en lo esencial de su autoridad y su obediencia para autojustificar sus crímenes. La TV, la prensa y la industria cinematográfica predican la obediencia, y si la anarquía es mencionada, aparece como destrucción descerebrada.

La mencionada necesidad de autoridad está tan arraigada en la mente del ciudadano medio, que la anarquía, que simplemente significa «falta de gobierno», resulta impensable para la mayoría de la gente. La misma gente, por otra parte, admite que los reglamentos, regulaciones, impuestos, intromisiones y abusos de poder (por nombrar algunos) son como mínimo irritantes. Por lo general se piensa que no hay más remedio que aguantar en silencio porque la alternativa de «falta de poder, de autoridad y todo el mundo haciendo su propia voluntad» sería horrible. Sería la anarquía.

Sin embargo existe una variedad ilimitada de sociedades posibles sin Estado, y no todas ellas serían desagradables. ¡Todo lo contrario! Cualquier tipo de sociedad anarquista nos ahorraría las terribles distorsiones que produce el estado. La «parte negativa» del anarquismo, es decir, la abolición del Estado, se verá equilibrada por lo que la sustituya? una sociedad libre y de libre cooperación.

Hay varios tipos de anarquismo, y sus ideas difieren respecto a la organización de una nueva sociedad. Todos tienen en común que el estado deber ser sustituido por una sociedad sin clases y sin violencia (fuerza restrictiva, represión). Es precisamente debido a nuestra creencia en la libertad que nos negamos a establecer pautas muy cerradas. Sólo ofrecemos modelos posibles que se apoyan en la evidencia del día a día. De hecho la sociedad anarquista ya ha existido históricamente e hizo falta nada menos que un asesinato en masa para detenerla.

Otro error típico de aquéllos que saben algo más sobre el tema, es pensar que el anarquismo es una bella utopía, una idea hermosa pero impracticable. De hecho, el movimiento anarquista tiene un largo recorrido histórico y no surgió de teóricos encerrados en sus torres de marfil sino directamente de la lucha por la supervivencia de masas de gente corriente y oprimida. La anarquía siempre ha sido intensamente práctica en sus pretensiones y en su forma de hacer las cosas. El movimiento ha estado muy cerca de abrazar el éxito en varias ocasiones. Si realmente es tan de todo punto inviable, ¿por qué se empeña el Estado en exterminar la anarquía?

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Caminos del Espejo, Alejandra Pizarnik + Documental

Caminos del Espejo, Alejandra Pizarnik + Documental

Caminos del espejo

I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.


II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde
filoso de la noche.


III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.


IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.


V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona
el viento en el umbral.


VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.


VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.


VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.


IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.


X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé.
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.


XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.


XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola.
Hay alguien aquí que tiembla.


XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.


XIV

La noche tiene la forma de un grito de lobo.


XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.
Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.


XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba
no vi otra cosa que a mí misma.


XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.


XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.


XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra
la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo,
he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.

Kafka, El pasajero y otros textos.

Kafka, El pasajero y otros textos.

No es necesario que salgas de casa. Permanece en la mesa y escucha. No escuches, espera solamente. No esperes, permanece tranquilo y solo. El mundo se te ofrecerá para que le arranques la máscara, no puede hacerlo de otra manera, se retorcerá arrebatador ante ti.

EL PASAJERO

Me encuentro en la plataforma de un tranvía, completamente en ayunas de mi posición en este mundo, en esta ciudad, en mi familia. Ni siquiera casualmente sabría indicar qué derechos me asisten y me justifican, en cualquier sentido que se quiera. Ni siquiera puedo justificar por qué estoy en esta plataforma, me cojo de esta correa, me dejo llevar por este tranvía. Las personas esquivan el tranvía, o siguen su camino, o contemplan los escaparates: nadie me exige esa justificación, pero eso no importa.

El tranvía se acerca a una parada; una joven se acerca a la puerta, dispuesta a bajar. Me parece tan definida como si la hubiera tocado. Esta viste de negro, los pliegues de su falda están casi inmovibles, la blusa ceñida y tiene un cuello fino de encaje blanco, su mano izquierda se apoya de plano sobre el tabique, el paraguas de su mano derecha descansa sobre el segundo peldaño. Su rostro es moreno, la nariz, levemente contraída a los lados, tiene punta redondeada y ancha. Su cabellera es abundante, oscura y se advierte algún vello en su sien derecha. Su diminuta oreja es breve y compacta, pero como estoy cerca puedo ver todo el pabellón de la oreja derecha, y la sombra que produce en su rostro.

En ese momento me pregunté: «¿Cómo es posible que no esté asombrada de sí misma, que sus labios estén cerrados y no digan nada por el estilo?»

Sólo yo tengo la culpa. Consiste en poseer muy poca verdad de mi parte, todavía demasiada poca verdad, la mayoría mentira, mentira causada por el miedo a mí mismo y a los hombres. Este cántaro se rompió mucho antes de ir a la fuente. Y ahora cierro la boca para permanecer un poco en la verdad. La mentira es horrible, no hay tormento espiritual más maligno.

(A Milena )

LA NEGATIVA

Cuando encuentro una hermosa joven y le ruego: «¿Quiere usted acompañarme?» y ella pasa sin contestar, ese silencio quiere decir esto:

–No eres ningún duque de famoso título, ni un fornido americano con porte de piel roja, de ojos equilibrados y tranquilos, de una piel curtida por el viento de las praderas y de los ríos que las atraviesan, no has hecho ningún viaje por los grandes océanos, y por esos mares que no sé dónde se encuentran. En consecuencia, ¿por qué yo, una joven hermosa, habría de acompañarte?

Yo le respondería:

–Olvidas que ningún automóvil te pasea en largos recorridos por las calles; no veo a los caballeros de tu séquito lanzarse detrás de ti siguiéndote en estrecho semicírculo, murmurándote bendiciones; tus pechos parecen perfectamente comprimidos en tu blusa, pero tus caderas y tus muslos los compensan de esa opresión; llevas un vestido de tafetán plisado, como los que tanto nos alegraron el otoño pasado, y sin embargo, sonríes –con ese peligro mortal en el cuerpo– de vez en cuando.

Ya que los dos tenemos razón, y para no darnos irrevocablemente cuenta de la verdad, preferimos, ¿no es cierto?, irnos cada uno a su casa.

Se queda ahí, con el pecho hundido, los hombros caídos, los brazos colgantes, incapaz de levantar las piernas, la mirada fija en un punto. Un fogonero. Toma el carbón con la pala y lo arroja por la boca de la caldera encendida. Un niño se ha deslizado por los veinte patios de la fábrica y le tironea el delantal.

–Papá —le dice–, te traje la sopa.

La ciudad se asemeja al sol. En su núcleo central todo es luz, concentrada con intensidad. La luz ciega, extravía, impide que se encuentren las calles, las casas; una vez que se ha entrado ya no se puede salir de allí. En otro anillo, más grande que el anterior, todavía se experimenta cierta estrechez, pero la luz ya no irradia ininterrumpidamente, hay oscuras callejuelas, pasadizos escondidos, incluso pequeños lugares que permanecen crepusculares y frescos; luego se encuentra un anillo mucho más grande, aquí la luz está tan dispersa que hay que buscarla. Grandes superficies urbanas permanecen en esta zona con un aspecto frío y gris. A continuación se conecta con el campo abierto, descolorido, otoñal, desnudo, apenas surcado alguna vez por una especie de relámpago.

En esta ciudad es constantemente más temprano, apenas una incipiente mañana; el cielo es armónico, casi de un gris claro. Las calles permanecen vacías, limpias y tranquilas; en alguna parte se mueve lentamente el batiente de una ventana que no ha sido asegurado; en algún lugar se agitan las esquinas de un paño que ha sido extendido en la barandilla de un balcón en un último piso; en algún sitio vibra ligeramente la cortina de una ventana abierta. Nada se mueve aparte de eso.

(En: Fragmentos póstumos)

 

 

La Jetée, Chris Marker

La Jetée, Chris Marker

Tras una apocalíptica guerra nuclear, el mundo ha quedado devastado. Un grupo de científicos del bando vencedor llega a la conclusión de que el único modo de salvar a la humanidad es recurriendo a los viajes a través del tiempo: o bien mandar a una persona al pasado para pedir ayuda, o al futuro para buscar una solución a la situación presente. El elegido para realizar el viaje a través del tiempo es un prisionero. Historia de corte experimental sobre el poder de la memoria, contada exclusivamente a través de fotos fijas, en la que un hombre trata de reconstruir el recuerdo de su amada, en tiempos de la Tercera Guerra Mundial. Un singular film de ciencia-ficción francés, que inspiró la conocida película americana «12 Monos» (12 Monkeys, 1995). (FILMAFFINITY)

BONUS TRACK

Relatos de Belcebú a su nieto, Gurdjieff.

Relatos de Belcebú a su nieto, Gurdjieff.

—Sí, Abuelo, esos mismos. Cuéntame acerca de esos «seres hombres» con más detalle. Me
gustaría saber algo sobre esos «seres hombres»
—dijo Hassein.
A lo cual replicó Belcebú:
—Mucho es lo que podría decirte acerca de ellos, pues el hecho es que visité con frecuencia
ese planeta, viviendo largo tiempo entre ellos, e incluso llegando a hacerme amigo de muchos
de los seres tricerebrados terráqueos.
Por cierto que habrás de encontrar interesante la información de que dispongo, relativa a estos
seres, pues son en verdad muy peculiares.
Ocurren entre ellos muchas cosas que no podrían verse entre los seres de ningún otro planeta
del Universo…

 

 

 

 

 

¿Es que las almas infortunadas que se formaron en ese malhadado planeta deben permanecer
eternamente imperfectas e indefinidamente recubiertas por diversas formas planetarias y
fatigarse y afanarse eternamente a causa de las consecuencias de las propiedades del maldito
órgano Kundabuffer, el cual, por razones extrañas a ellos mismos, fue introducido en los
cuerpos planetarios de los primeros seres tricentrados de ese malhadado planeta?
¡¡¡¿Dónde, entonces, está ese pilar sobre el cual descansa todo nuestro Megalocosmos, y que
se denomina Justicia?!!!

 

 

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Nuestra Verdadera Historia-Nassim Haramein

Nuestra Verdadera Historia-Nassim Haramein

Nassim Haramein explica o mas bien se hace las preguntas adecuadas. Las posibles respuestas apuntan

a la existencia de una antigua civilización con conocimientos que hoy no tenemos o no están reconocidos oficialmente.

¿Extra terrestre?

¿La version oficial de la historia? Dice que con herramientas de cobre y sogas constuyeron algo que hasta el día de hoy no podemos reproducir…

 

«Este video trata acerca de hechos asombrosos sobre las pirámides de Egipto, China, Japón, Sudamérica y los Dioses Sol que las construyeron…suposiciones erróneas que son enseñadas en la escuela y hechos asombrosos que siguen siendo ignorados…Fragmento de 40 minutos, de una conferencia de 8 horas…»

Un mundo feliz…Huxley

Un mundo feliz…Huxley

Hay unos cuantos datos que ayudan a comprender mejor cómo pudo saber en 1932 lo que pasaría en el futuro (ahora). Que su hermanastro fuera Premio Nobel de biología y su hermano, también biólogo, primer presidente de la UNESCO,  nos puede ayudar a comprender que provenía de una familia de la élite, en este caso, la intelectual. Su abuelo fue el mejor colaborador de Darwin. De todo ello se deduce que en 1932 ya se conocía la fecundación in vitro y que los planes de la élite eran implantarlos. De seguro, Huxley tenía contactos (o perteneció) a la masonería, o a la propia Golden Dawn de Crowley.

Muy probablemente, se salió de ella y decidió soplarnos al oído el mundo que la élite tenía pensado para nosotros. (Rafapal)

Son muchísimos los aciertos del libro “Un mundo feliz” pero, para mí, el más sorprendente es la utilización de la promiscuidad sexual como arma de control de la población. El propio término “enrollarse con alguien” apareció allí (en inglés, “engage”). ¿De dónde lo pudo intuir? (rafapal)

Un edificio gris, achaparrado, de sólo treinta y cuatro plantas. Encima de la entrada
principal las palabras: Centro de Incubación y Condicionamiento de la Central de
Londres, y, en un escudo, la divisa del Estado Mundial: Comunidad, Identidad,
Estabilidad.

Click en la imagen/Libro en PDF

Nuestro Ford —o nuestro Freud, como, por alguna razón inescrutable, decidió
llamarse él mismo cuando hablaba de temas psicológicos—. Nuestro Freud fue el
primero en revelar los terribles peligros de la vida familiar. El mundo estaba lleno de
padres, y, por consiguiente, estaba lleno de miseria; lleno de madres, y, por
consiguiente, de todas las formas de perversión, desde el sadismo hasta la castidad;
lleno de hermanos, hermanas, tíos, tías, y, por ende, lleno de locura y de suicidios…

—El liberalismo, desde luego, murió de ántrax.
Pero las cosas no pueden hacerse por la fuerza.
—No tan neumática como Lenina. Ni mucho menos.
—Pero los vestidos viejos son feísimos —seguía diciendo el incansable murmullo—.
Nosotros siempre tiramos los vestidos viejos. Tirarlos es mejor que remendarlos, tirarlos
es mejor que remendarlos, tirarlos es mejor…
—Gobernar es legislar, no pegar. Se gobierna con el cerebro y las nalgas, nunca con los
puños. Por ejemplo, había la obligación de consumir, el consumo obligatorio…
—Bueno, ya estoy —dijo Lenina; pero Fanny seguía muda y dándole la espalda—.
Hagamos las paces—, querida Fanny.
—Todos los hombres, las mujeres y los niños eran obligados a consumir un tanto al
año. En beneficio de la industria. El único resultado…
—Tirarlos es mejor que remendarlos. A más remiendos, menos dinero; a más remiendos,
menos dinero; a más remiendos …
—Cualquier día —dijo Fanny, con énfasis dolorido— vas a meterte en un lío.
—La oposición consciente en gran escala. Cualquier cosa con tal de no consumir.
Retorno a la Naturaleza.
—Me gusta volar, me gusta volar.
—¿Estoy bien? —preguntó Lenina.
Llevaba una chaqueta de tela de acetato verde botella, con puños y cuello de
viscosa verde…

…La oposición consciente a gran escala. Cualquier cosa con tal de no consumir. Retorno a la Naturaleza…

Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos… …vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es un don en extremo conveniente. Apenas es menos importante la capacidad de ver a los demás como ellos mismos se ven…PERO ¿QUÉ PASA SI LOS DEMÁS PERTENECEN A UNA ESPECIE DISTINTA Y HABITAN EN UN UNIVERSO RADICALMENTE EXTRAÑO?

Las Puertas de la Percepción, Huxley

Presentimiento, Lois Pereiro

Presentimiento, Lois Pereiro

Odiada
intangible
y las venas convertidas
en túneles de sosiego y peligro
inundan el cuerpo en mil sueños
cuando la leve espuma de la sombra
anuncia las visiones
que presiento.
Cual perfil de viento en el aire quieto
un temblor incierto persiste
en el espacio que mi cuerpo invade
en la luz que descubre y pervierte
la memoria gótica del terror
que siento.
Y se convierte finalmente en silencio
entre las ruinas del insomnio en el amanecer
en la más feroz sentencia imaginable
en el miedo definido a que me deje
condenado a vivir solo
con mis presentimientos.

 

 

 

Alan’s Psychedelic Breakfast
Sí, hágame el favor, un
golpe en esta oreja. ¿Quién regala
la irrealidad de ser miope?
Cada mano
en su aspecto
Exactamente alguna casa que se quema
Me hirieron traidores
por tus pasos en la calle.
La exactitud de la casa que se quema
Porque
en el ritmo de las campanas ¿será inútil reflejarse?
Psychedelic
Psychedelic
(Repita)
¿Cómo dices?
Sería inútil.
Yo sé lo que me espera cuando
vuelvo.
Por favor ¿sería inútil?
Bebe un poco
acostándose en la hierba
amándonos en la boca
de la vaca prisionera…

El Problema con el Dólar, con el Peso, con el Euro: El Dinero es Deuda

El Problema con el Dólar, con el Peso, con el Euro: El Dinero es Deuda

 

¿Por qué el Sistema Monetario Actual

es un mecanismo encubierto

de expropiación de la riqueza?

¿Qué es el dinero?

¿Cuál es el valor «real» de una moneda?

¿Cómo se crea el dinero?

¿ Qué es y Cómo se crea la Oferta Monetaria?

El problema del dinero electrónico.

Contador de la Deuda Total de EEUU en Vivo (Vertigo)

Deuda per cápita 2011

«John Dillinger viene marchando» y otros también, Bukowski.

«John Dillinger viene marchando» y otros también, Bukowski.

John Dillinger viene marchando

algunas veces escribo acerca de los años 30

pienso que fueron un buen campo de adiestramiento.

la gente aprendía a convivir con la adversidad

como si esta fuera cosa de todos los días.

cuando los problemas golpeaban a la puerta

barajaban de nuevo y hacían su propia jugada.

de no existir posibilidades

muchas veces ellos creaban

una.

la gente que estaba “empleada”

realizaba su trabajo con pericia.

un mecánico podía reparar

tu automóvil.

los médicos visitaban a los enfermos en sus casas.

los choferes de los taxis

no sólo se preocupaban por conocer cada calle

de la ciudad

también intentaban definir el universo.

los dependientes de farmacia

se acercaban al mostrador

preguntando amablemente, señor ¿qué necesita usted?

los acomodadores de cine

eran más elegantes y buenos mozos

que los galanes de las películas.

todos cosían su ropa

remendaban sus zapatos

casi todo el mundo hacía las cosas bien.

ahora la gente dentro y fuera

de sus profesiones

es totalmente inepta.

a veces realmente

no comprendo como hacen

para limpiarse el propio culo.

además cuando la adversidad llega

se desaniman

desisten

se entregan de pies y manos

caen abatidos en la cama.

estos mimados en demasía

se acostumbraron

al triunfo por el camino fácil

ellos no tienen culpas supongo

de no haber vivido la década del 30

pero yo

no los adoro

ni sentiré tentaciones al respecto.

Ya me han contado hasta ocho

Desde mi cama
Observo
3 pájaros
en un cable
de teléfono.

Uno se va
Volando
Luego
Otro.

Queda uno,
Luego
También él
Se va.

Mi máquina de escribir está
Silenciosa como un sepulcro.

Y yo me he quedado
Reducido a observar
Pájaros.

Simplemente he pensado
Que te lo debía
Contar
Cabrón.

Conocí a un genio 

conocí a un genio en el tren
hoy
como de 6 años de edad
se sentó a mi lado
y mientras el tren
avanzaba a lo largo de la costa
llegamos hasta el océano
entonces él me miró
y dijo,
no es hermoso.

fue la primera vez que me
percaté
de ello.

El genio de la multitud

Hay suficiente traición y odio, violencia.
Necedad en el ser humano
corriente

como para abastecer cualquier ejercito o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios.
Necesitan a Dios
Aquellos que predican paz
No tienen paz.
Aquellos que predican amor
No tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con
Aquellos que
Están siempre
Leyendo
Libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que
no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes; no son nada
solos.
Cuidado con
El hombre corriente
Con la mujer corriente
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores sólo como un fracaso del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
Arte.-